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Presenciación – 4 de Agosto 2016

4 agosto

El darse cuenta del reflejo de Sí mismo se presenta en los estados de vigilia y de sueño con sueños, y el mundo es visto como un reflejo en la conciencia, proyectado en la misma conciencia.

Las ideologías provocan estrechez en la comprensión y el aumento de las impresiones en la memoria contribuye a fortalecer el yo. Salir de allí, de ese modo de ver el mundo, implica una transformación, es como salir fuera del molde. A eso le llamo entrar en el jardín interior. Este proceso ocurre cuando la conciencia descansa del movimiento mental.

Cuando los pensamientos no son registrados se asume que hay ausencia de ellos, y se dice que en esos momentos no hay pensamientos en la mente. Aún así continuamos existiendo a pesar de que no registremos sensaciones o pensamientos. La actividad mental ha cesado y se suele decir: estaba inconsciente. Existo, y sin embargo no registro la sensación de individualidad. La vida presenta esta situación aunque no se pueda registrar. Podríamos suponer que al perder la identidad esto sería equivalente a la aniquilación, pero si fuera así nadie se atrevería a quedarse dormido.

De todos modos los contenidos de la conciencia se muestran siempre moviéndose, ese proceso inevitablemente volverá a hacerse consciente de la mente y descenderá a ella, quedándose atrapado en el mar de pensamientos.

Esto es como un vaivén en el que de pronto, nuevamente, somos invadidos por la pureza más intensa, para después caer, ocasionalmente, en espacios emocionales que se presentan y que son difíciles de manejar cuando hay una mente inestable.

Los espacios de silencio, la mente, y sus intervalos, están dentro del mundo de lo presenciado, solo que la conciencia es jalada, con mayor preferencia, hacia la mente y hacia las estructuras de pensamiento. Saber qué está ocurriendo es vital para el que comenzó a caminar en la senda. Podrá observar cómo se diluye el ego y presenciar desde Sí mismo como si fuera a nacer de nuevo, volviéndose consciente de lo que uno siempre ha sido. R.Malak

El reconocimiento de Sí mismo no es algo complicado.

círulo vicioso

Reconocer la verdadera naturaleza de Sí mismo no necesariamente resuelve los asuntos de la vida cotidiana, solo muestra que estos asuntos no son tan importantes como se creía. Paradójicamente, al reconocer esta disminución de importancia, el comportamiento y enfoque hacia ellos genera ciertos cambios en el rumbo de los eventos. Sucede de forma natural, espontánea. Cuando se mira desde la plenitud, funcionan las leyes naturales de la existencia sin necesidad de gestión sobre ellas. Esto se muestra como un alivio, ya no está la pesada carga de que hay que hacer algo respecto a tal o cual cosa.

El reconocimiento de Sí mismo no es algo complicado, sino sumamente simple, tan simple que la mente no puede siquiera concebirlo. La mente goza de las complicaciones, es como cuando hay un tablero de juego (ajedrez, por ejemplo), y se presenta el reto. La mente disfruta de los retos, tanto así, que se produce un apego enorme hacia los problemas. El disfrute de la solución parece ser el objetivo máximo. Ahora, ¿qué es esta mente? Es un funcionamiento, es una serie de procesos en los que se arman pensamientos, dándoles prioridad o descartándolos; se ordenan y se clasifican. Esto ocurre de manera condicionada, es algo que se aprende, al sumar experiencias y usar la memoria. Solemos apreciar la vida a través de este funcionar. Si algo no lo podemos “pensar”, entonces ello no es considerado.

Los círculos viciosos en los que nos metemos ocurren por esto. Y de pronto uno dice, ¿cómo salgo de aquí? ¿Cómo rompo con esta situación tan incómoda y recurrente?

Explicar cómo se arma este mecanismo puede ser extenso y complicado, partiendo por decir que es el primer pensamiento: “yo soy”, el que lo construye. La idea y sensación “yo soy” sucede espontánea y naturalmente en la Conciencia, y es porque, de hecho, Ser Es. Junto a la manifestación del cuerpo se presenta la identificación que asocia el ser con dicho cuerpo, posteriormente armándose la identidad. De este modo comienza la danza de Maya, la ilusión. Y entonces, cuando no se comprende todo esto, se da el sufrimiento.

Para reconocer la verdadera naturaleza que subyace a la manifestación, solo se requiere la observación sin juicios. Apreciar sin poner nombres. Darse cuenta del movimiento consciente sin alimentarlo con los juicios. Notar el surgimiento del juicio y dejar que se vaya suavemente. Notar la permanencia de esta observación sin dueño, es decir, no es una observación ubicada en un lugar, ni sucediendo en un momento dado. Es atemporal, a-espacial, y sin forma. Es Conciencia pura. Esto permanece, está presente en la eternidad e infinitud, subyacente, como el agua que permanece aunque ocurran las olas en el mar. Presenciación.

Maria Luisa

Sentir la Unidad – Preguntas de M (1).

Sentir la Unidad

M: Hola Maria Luisa, te escribo porque hace tiempo que estoy muy interesado en la no dualidad, y estaba buscando personas con un entendimiento profundo que estén cerca, y así llegué a su pagina web nodual.net.

Me gustaría poder tener una conversación, o al menos vía mail, para aclarar algunas dudas. Te comento un poco mi situación con relación a estas enseñanzas para que tengas una idea de mi entendimiento.

Los autores que me interesan y me han llamado la atencion son Eckhart Tolle, Douglas Harding, Rupert Spira, Mooji, Leonard Jacobson, etc.

Tengo la comprension de que somos consciencia, el espacio en el cual todo surge y desaparece, y la sustancia de lo que todo está hecho. No es algo que viva intensamente, más que nada es una comprensión intelectual. Solo una vez sentí la unidad, en la que al percibir el movimiento de unos árboles no sentía la división de un veedor (yo) acá, y unos arboles allá, solo existían lo árboles o el acto de ver, y no me queda duda de que a eso apunta la enseñanza de la no dualidad.

Ahora mi duda es cómo volver a ese estado de unidad (comprendo que no es un logro, ya que la unidad es siempre, pero existe la ilusión de separación). Hace unos días volví a practicar la presencia consciente (sentir el cuerpo interno o prestar atención a la respiración) y me está haciendo muy bien en cuanto a la relajación de los pensamientos y cosas así, pero no sé si eso puede terminar con la ilusión de separación, ya que hay algunos maestros (de la vía directa) que aclaran que la meditación no es el camino y no es necesaria. ¿Podrías ayudarme con esto? Quizás solo es una equivocación, y seguir con la presencia consciente es lo que necesito, eso sería muy bueno, Muchas gracias, ¡saludos!

Respuesta: Hola. Me alegro de tu contacto y eres muy bienvenido a comunicarte con nosotros. La comprensión que básicamente expones y dices tener, está dentro de la línea de la tradición no dual. Y los autores que mencionas también están dentro de esa línea.

Vamos a revisar algunas cosas que escribiste ya que la compresión intelectual que dices tener debería hacerse carne en ti.

… “solo una vez sentí la unidad”…

Es probable que este reconocimiento temporal que tuviste se debiera a que la mente de pronto paró sus procesos interpretativos.

… “Ahora mi duda es como volver a ese estado de unidad”…

La no dualidad apunta a reconocer lo que es real y a comprender la irrealidad de que hay un experimentador independiente de las experiencias. (…”solo una vez sentí la unidad”… así dices) Sentir la unidad implica alguien que siente y algo que es sentido. Lo que la vivencia de la ausencia de un observador te estaba manifestado, la reaparición de la mente separadora lo ha recogido como una experiencia tenida por ti. Lo albergó en la memoria como algo deseable y acorde a la comprensión intelectual que dices tener. Y ahora quieres que se repita, y además, que se haga permanente. (… “Ahora mi duda es como volver a ese estado de unidad”…) Quieres volver a sentir la unidad. Eso hace el mecanismo mental, recoge información e interpreta constantemente la vivencia. De este modo, vivimos a través de las interpretaciones, es decir, las ideas que tenemos sobre cada recuerdo, cada cosa.

Es bueno comprender que todos los estados son cambiantes, vienen y se van. La realidad es permanente, solo que los pensamientos pasan en la conciencia, como un tren de datos que atrapan la atención, y hacen olvidar el espacio libre donde este tren se está moviendo. Por tanto, no se trata de volver a algún estado, sino de comprender esto que te menciono, y que se haga evidente. Para ello hay que conocer y comprender el movimiento de la mente y las maniobras que hace para crear y sostener un ego separado de la realidad.

Las técnicas que se usan generalmente son meditaciones, contemplación, repetición de mantras, ejercicios de relajación, de atención, etc. No son descartables, y el que se use una u otra depende del nivel de comprensión que tenga el practicante. Por eso un maestro apuntador puede indicar o recomendar una práctica u otra a distintas personas.

La meditación puede tener varias finalidades. Ordenar las ideas, relajar el cuerpo y con ello permitir que se funcione más armónicamente. O también puede apuntar a un objetivo más profundo aún, es decir, vivenciar en un instante dado la ausencia de pensamientos y con ello, la realidad. No es que la realidad consista en no pensar, sino que la realidad es que los pensamientos surgen y se sostienen en ti, como Si mismo, como lo esencial. El punto es que la meditación, como práctica, se queda en eso, una práctica. Muy buena, si, y no descartable.

La mente es la que construye la separación, el sujeto y el objeto, dando la impresión de que hay algo que obtener en el tiempo espacio. La comprensión apunta a saber que tú eres eso que no está afuera.

Quedando atentos a cualquier duda que te surja, nos despedimos afectuosamente,

R.Malak y Maria Luisa

El ojo que ve es solo Uno

Lo mismo que el hielo se convierte en agua,  el agua en vapor, el vapor se disuelve en el aire y desaparece en el espacio. Así el cuerpo se disuelve, en la presenciación pura, después en el Ser, va más allá de toda existencia y no existencia. R.Malak

Todo lo que digo será a la vez verdadero y falso, las palabras no llegan más allá de la mente. Los objetos en el mundo son muchos, pero el ojo que los ve es solo uno. El universo está en constante movimiento, proyectando y disolviendo innumerables formas y en la consciencia aparece todo reflejo. R.Malak